Cianosis es la coloración azulada de la piel, mucosas y
lechos ungueales,1 usualmente debida a la presencia de concentraciones iguales
o mayores a 5 g/dL de hemoglobina sin oxígeno en los vasos sanguíneos cerca de
la superficie de la piel,2 o de pigmentos hemoglobínicos anómalos
(metahemoglobina o sulfohemoglobina) en los hematíes o glóbulos rojos. Debido a
que la cianosis depende de la cantidad y no de un porcentaje de hemoglobina
desoxigenada, es mucho más fácil hallarla en estados con aumento en el volumen
de glóbulos rojos (policitemia) que en aquellos casos con disminución en la
masa eritrocitaria (anemia). Puede ser difícil de detectar en los pacientes con
piel muy pigmentada.
Principio
Aunque la sangre humana siempre tiene una coloración rojiza
(excepto en raros casos de enfermedades relacionadas con la hemoglobina), las
propiedades ópticas de la piel distorsionan el color rojo oscuro de la sangre
no oxigenada para que parezca azulada.4
El principio elemental detrás de la cianosis es que la
hemoglobina desoxigenada es más propensa a la coloración azulada óptica, y
también produce vasoconstricción que hace que sea más evidente. La dispersión
de color que produce el color azul de las venas y la cianosis es similar al
proceso que hace que el cielo se vea azul: algunos colores se refractan y se
absorben más que otros. Durante la cianosis, los tejidos tienen concentraciones
inusualmente bajas de oxígeno, y por lo tanto los tejidos que normalmente están
llenos de sangre oxigenada brillante se llenan de sangre desoxigenada, oscura.
La sangre oscura es mucho más propensa a los efectos ópticos,2 y por lo tanto
la deficiencia de oxígeno (hipoxia) conduce a la coloración azulada de los
labios y otras mucosas.
El nombre se deriva del color cian, que viene del griego
κυάνωσις, (kyanous),5 que significa "azul".
Tipos
La cianosis se divide en dos tipos principales: la central
(alrededor del corazón y los labios) y la periférica (solo afecta las
extremidades). La cianosis puede ocurrir en los dedos, incluyendo las uñas,
además de otras extremidades (cianosis periférica) o en los labios y la lengua
(cianosis central),3 pudiendo conducir también a una inflamación del tejido
conectivo en los dedos de las manos, patología conocida como dedos
hipocráticos.
Central
La hipoxemia arterial con frecuencia es causada por la
alteración de la función pulmonar (hipoventilación alveolar, alteraciones de la
ventilación-perfusión, trastornos de difusión de oxígeno) o por la existencia
de cortocircuitos o shunt intracardíacos derecha-izquierda (defectos septales
cardíacos), entre los grandes vasos (conducto arterioso) o en los pulmones.
Esto reduce el contenido de oxígeno en los pulmones sangre o una gran pérdida
de oxígeno por un descenso de la circulación de la sangre en los vasos sanguíneos
de la piel. También puede observarse en la policitemia vera en ausencia de
desaturación arterial de oxígeno, debido al incremento de hemoglobina reducida
en la sangre.3 En la cianosis central tanto la piel como las mucosas tienen el
color azulado.
Algunas de las causas de cianosis central son las
siguientes:6 3
1. En el sistema nervioso central:
Hemorragia intracraneal
Hipoxia cerebral
Sobredosis de drogas (por ejemplo, la heroína)
Convulsiones febriles en bebes y niños pequeños)
2. En el sistema respiratorio:
Bronquiolitis
Broncoespasmo (por ejemplo, asma)
Enfermedad pulmonar
Embolia pulmonar
Hipoventilación
EPOC (enfisema y bronquitis crónica)
3.Trastornos cardíacos:
Enfermedad cardiaca congénita (por ejemplo, tetralogía de
Fallot)
Insuficiencia cardíaca
Enfermedades de las válvulas del corazón
Infarto de miocardio
4.Sangre:
Metahemoglobinemia
Policitemia
5.Otras:
Mal de montaña
Hipotermia
Cianosis congénita
Periférica
Aparece como resultado de la disminución del flujo sanguíneo
periférico y de vasoconstricción. El flujo sanguíneo lento permite que cada
hematíe esté en contacto con los tejidos durante más tiempo; en consecuencia,
se extrae más oxígeno de la sangre arterial con el posterior incremento de
hemoglobina reducida en la sangre venosa. Se observa habitualmente en los
tejidos periféricos (manos, orejas, nariz y pies), pudiendo ser generalizada o
localizada. Las causas que la originan son múltiples, entre las que se
encuentran las mismas que en el caso de la cianosis central, excepto que la periférica
puede observarse sin que existan problemas cardíacos o pulmonares. Los pequeños
vasos sanguíneos pueden ser restringidos y se puede tratar mediante el aumento
del nivel de oxigenación normal de la sangre, por el calentamiento de la zona o
por elevación del miembro afectados
hola
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